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Empezando el año ¡organizada!


¡Feliz Año Nuevo, Amigas! Aquí estamos, haciéndole frente al 2019 con mucho entusiasmo, en la esperanza de que sea un año lleno de bendiciones y oportunidades.


Estuve pensando en varias resoluciones para el año nuevo, unas para el mejoramiento personal, otras para abrazar nuevos proyectos de vida y profesionales. La ilusión me duró medio segundo, porque recordé que todos los años hago lo mismo y no llego ni a mediados de enero con el ímpetu para que esas metas se cumplan. Sé que a muchas personas les pasa lo mismo. ¿Por qué se nos desinfla el ánimo, si sabemos que muchas de estas resoluciones resultan en nuestro bienestar?


Me di cuenta que, aunque tenemos una idea clara de lo que queremos lograr, fallamos en tener una forma estructurada de cómo vamos a conseguirlo.

Por ejemplo, miles de personas se proponen bajar de peso en el nuevo año. Es una meta alcanzable, que resulta en el mejoramiento físico y personal. No hay duda de ello.


Los primeros días lo tomamos muy en serio y de forma estricta, reduciendo nuestro menú a lechuga y pollo al vapor. Al cabo de la semana, no aguantamos ni el hambre ni la limitada dieta y, desde luego, antes de que se acabe el primer mes del año, ya hemos dejado a un lado esa resolución que tanto bien nos debió hacer.


¿Qué salió mal? Quizás la estrategia, o tal vez no tomamos en cuenta ciertas variables que inciden en nuestra fuerza de voluntad. Los más disciplinados llegan a marzo o abril, enfocados en lo que quieren... pero cuando llegan las vacaciones de verano, todos los esfuerzos de bajar de peso se van por la borda.


Esto lo que quiere decir es que, para poder triunfar en las metas que nos trazamos, hace falta ser más intencionales en el CÓMO lograrlas. El éxito y enfoque se obtienen si trazamos un plan.


Estableciendo un plan de acción para lograr mis resoluciones de nuevo año

Un plan de acción pone en papel todo lo que quieres lograr y describe los pasos que debes dar para conseguirlo. El mismo establece las metas, que pueden ser a corto, mediano y largo plazo, y te permite visualizar todo lo que necesitas y las acciones que se requieren para llegar a ellas. De esta manera, se organizan todos tus esfuerzos y permite además que vayas haciendo ajustes en el camino, y aunque tengas que modificar un poco tu plan, no te desvía de lo que quieres alcanzar.

¿Qué necesitas? Lo primero que se requiere es que estés verdaderamente resuelta a lograr una meta. Puedes tener el plan mejor trazado del mundo, pero si no estás comprometida contigo misma, pierdes tu tiempo.


Lo próximo es tan fácil como lápiz y papel... o tu computadora. En tercer lugar, busca un espacio donde estés tranquila, te puedas concentrar y dediques tiempo a elaborar tu plan (o por lo menos el primer borrador).


Comienza haciendo una lista de todas las metas que quieres lograr. ¡No temas soñar! Todo se vale, porque se trata de TUS sueños, de lo que quieres para ti en este nuevo año. Tu lista no tiene que ser larga, pero tampoco debe ser más de una página.


Una vez hayas puesto en papel tus resoluciones, organízalas por áreas de tu vida. Eso te ayudará a visualizar mejor cuáles son las prioridades y qué tan pronto las puedes alcanzar. Aquí un ejemplo:



Ya que has clasificado las resoluciones por áreas de tu vida, es momento de identificar cuáles son las más apremiantes y realizables en este año, y cuáles puedes encaminar para un futuro cercano y a largo plazo. Quien determina las prioridades y la inmediatez de tus metas eres tú.


Ahora puedes ir visualizando todo lo que quieres alcanzar y cuáles de estas metas se pueden iniciar de inmediato. Las que son a mediano y largo plazo no las vas a dejar engavetadas, pero hay que enfocarse en lo que es más importante y necesario para ti, y que sea factible alcanzar en los próximos meses. Por eso, lo ideal es comenzar con todo lo que deseas lograr a corto plazo.


Toma en consideración que alcanzar una meta involucra obtener algo que no tienes ahora, en este preciso instante. El plan de acción te lleva a trabajar para que lo puedas alcanzar. Si te enfocas en lo que es a mediano o largo plazo primero, recuerda que obtener resultados te va a tomar algún tiempo y lo más probable es que te desanimes y abandones esa meta. Eso no es lo que queremos. ¡Al contrario! Entonces tomemos las metas a corto plazo, que suelen ser más fáciles de realizar, y trabajemos con ellas primero.


Determinar Propósitos y Fijar Objetivos

Ya arrancaste con la primera parte de tu plan de acción: identificaste tus resoluciones y cuáles son factibles alcanzar a corto plazo. Ahora vamos a determinar los propósitos de cada meta y sus objetivos. Todas estas palabras se parecen, e incluso las intercambiamos en una conversación cualquiera, pero en el caso de un plan de acción, cada término cumple una función.


Las metas son el fin principal de tu plan de acción, lo que quieres alcanzar: cuidar de tu salud, leer más, pasar más tiempo en familia. Es un fin claro y definido.


Cada meta tiene su propósito: ¿por qué quiero lograr esa meta? Sólo tú puedes contestar esa pregunta. Y aunque tus metas sean iguales a la de tu hermana o amiga, los propósitos no siempre son los mismos.

Tomemos como ejemplo cuidar de tu salud. Para ti, quizás mejorar tu salud tiene que ver con que has llegado a una edad particular y quieres mantenerte saludable; para tu amiga, tal vez se refiere a atender unos síntomas que le preocupan. Por lo tanto, trabaja con cada una de tus metas a corto plazo de forma individual e independiente, e identifica sus propósitos.


Luego, es importante desarrollar objetivos para cada meta. Los objetivos deben ser específicos y tangibles; deberías poder irlos descartando a medida que los cumplas. Ellos son los que te acercarán más a que logres tu meta. Aquí te presento un ejemplo, para que lo comprendas mejor:

Como ves, un plan de acción no es difícil. Es aplicable a tus resoluciones de año nuevo, pero también para proyectos en tu trabajo o en tu negocio.


El poner todos estos asuntos por escrito y que los puedas ver frente a ti, te ayuda a enfocarte. Pero el plan de acción no termina aquí. Hace falta desarrollar dos puntos más: medir los objetivos y elaborar estrategias.



Hacer que los objetivos sean medibles consiste en ponerle un tiempo específico para haber cumplido ese objetivo.


Puedes poner una fecha o lapso de tiempo (ejemplo: en dos semanas, en 3 días, etc.), o una cantidad (si vas a ahorrar, puedes indicar que para X mes debes tener X cantidad).


En la gráfica que incluyo aquí, continuamos usando como ejemplo la meta de cuidar más de la salud. Ya se habían establecido unos objetivos, y aquí damos un ejemplo del tiempo en que deben ser alcanzados.


El otro asunto son las estrategias. Se trata de una lista de todas las acciones necesarias para llevar a cabo cada uno de los objetivos. Puede ser más de una. Veamos el siguiente ejemplo:


Si utilizas este modelo de plan de acción para el desarrollo de un proyecto colaborativo (en el trabajo, por ejemplo) sería bueno añadir un renglón a tu formato donde indiques a quién le asignas el cumplimiento de ciertas estrategias: imprimir la presentación del proyecto - corresponde a María; equipo audiovisual para presentar el proyecto - corresponde a Juan; etc.


También, según sea el caso, puedes hacer anotaciones para tus objetivos y estrategias relacionadas con el presupuesto que tengas para su cumplimiento, así como algunas variables que puedan afectar o retrasar el calendario de trabajo que te hayas trazado para alcanzar tus resoluciones.


Recuerda: este plan es sólo una guía para mantenerte organizada, enfocada y visualizando de forma clara lo que quieres lograr en este año, y cómo conseguirlo. Es una herramienta que a muchos les funciona, sobre todo para no abandonar a medio camino todos los sueños con que inicias un nuevo capítulo en tu vida.


Tengo disponible un sencillo modelo de plan de acción, que te puedo enviar gratuitamente por correo electrónico. Solicita una copia del mismo, escribiendo a:


dejameacompanarte@gmail.com


Y si tienes dudas sobre el desarrollo de tu plan de acción 2019, también me puedes contactar para orientarte.


Tengo fe en ti y en todos tus proyectos para este nuevo año. Sé que si te enfocas y trabajas duro para alcanzar tus metas, las podrás alcanzar. Y si alguna vez te desanimas o te cansas en el camino, no olvides que estoy aquí para apoyarte. ¡Déjame Acompañarte!





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