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Un mundo sin olores

Me contó que llevaba varios años en aquél trabajo con el que ganaba buen dinero. No era su preferido, pero era estable, tenía buenos beneficios y nadie lo importunaba. Era necesario llevar cierto equipo de seguridad, es verdad, pero eso era lo de menos. El cheque le daba para pagar las deudas y hacer unos ahorros, y por fin sentirse que echaba hacia adelante económicamente.


Y entonces un día se dió cuenta que perdió el olfato. Descabellado como parece, pero así fue: ¡no podía oler!


Pensó que era un engaño de su cabeza, o que una congestión nasal lo estaba rondando. Pero no. Pasaron los días, hizo la prueba en su casa con comidas, perfumes, detergentes... y nada.


Entonces fue al médico, quien a su vez lo refirió a un especialista de Oídos, Nariz y Garganta, y fue cuando escuchó por primera vez aquél nombre raro que resumía los síntomas que estaba enfrentando: Anosmia.


Es la historia de Arnaldo, un ex trabajador de una planta de tratamiendo de aguas usadas. Cuando acudía a la planta, antes de iniciar el proceso de purificación y demás, en muchas ocasiones se acercó a los depósitos con aguas estancadas para medir el nivel de los gases. Entre ellos estaba el sulfuro de Hidrógeno. Lo distinguía de otras emanaciones tóxicas, pues era el desagradable y fuerte olor a huevo podrido... ese que de inmediato nos provoca muecas de desaprobación. Y fue ese mismo el que provocó tan peculiar situación en su salud.


Claro, para saber cómo huele la materia orgánica en descomposición, sólo puede hacerse de una manera: no usar la máscara protectora. Ese fue su error, pensando que aquellas desagradables pestes no pasarían a mayores. Por suerte, su pérdida del olfato fue temporera, pero provocó su salida de aquél ambiente que por poco lo deja sin tan importante sentido.


¿Te imaginas tu vida sin poder oler? Quizás pienses que nunca te ocurrirá a ti, porque no trabajas en una planta de purificación de aguas usadas como fue el caso de Arnaldo. Pero ¡ojo! La Anosmia no es sólo el resultado de quienes trabajan en ese ambiente.


¿Qué es la Anosmia?

Así lo define el sitio web Medline Plus: "puede ocurrir con afecciones que impiden que el aire llegue a los receptores olfativos situados en la parte alta de la nariz, o la pérdida o lesión de dichos receptores."

Eso significa que un golpe en la nariz, tanto como la sobreexposición a gases y emanaciones tóxicas o fuertes olores, pueden afectar el flujo del aire o la capacidad de los receptores olfativos. Es un riesgo laboral para personas como Arnaldo, que trabajan en lugares donde hay emisiones de gases (también en un taller de hojalatería, una tienda de pinturas, al igual que entre los bomberos). Por eso es tan importante que usen su equipo protector.


Pero lee bien esto: la Anosmia también puede ser el resultado de la edad. Las personas de edad avanzada van perdiendo el sentido del olfato, y también el del gusto. Estos dos van de la mano, cuando uno envejece. Por eso a veces pierden el apetito de platos que en un tiempo fueron de sus favoritos, o suelen agregarle más condimentos, tratando de realzar el sabor. No son manías las de tu papá o tu abuela... simplemente, con los años, han perdido el sentido del olfato.


Pero los factores de riesgo no quedan ahí. Este problema puede llegar también como parte de otras condiciones de salud. Suele verse en paciente con algún problema del sistema nervioso, como es el Parkinson y la Esclerosis Múltiple. También en pacientes con demencia y Alzheimer.


Además puede ser consecuencia de cualquiera de las siguientes:

  • Uso continuo de medicinas anfetaminas, estrógenos, ciertos antibióticos y antidepresivos, así como algunas medicinas para el corazón

  • Uso prolongado de descongestionantes nasales, reserpina y posiblemente productos a base de zinc

  • Bloqueo de la nariz debido a pólipos nasales, deformidades del tabique nasal y tumores nasales

  • Infecciones en la nariz, garganta o senos nasales

  • Trastornos endocrinos

  • Deficiencias nutricionales

  • Traumatismo craneal o cirugía nasal o sinusal

  • Radioterapia en la cabeza o cara

  • Desde luego, uso de drogas como la cocaína


¿Qué se puede hacer?

Por supuesto, lo primero es acudir al médico para identificar la causa de esta pérdida del olfato y si se trata de un asunto temporero o largo plazo.


Cuando es causada por alergias, seguramente el médico recurrirá a antihistamínicos, y si es a causa de ciertos medicamentos, entonces ordenará un cambio en la prescripción. En el caso de obstrucciones nasales o problemas en el área de la nariz, el tratamiento es una cirugía correctiva.


Ahora, si es producto de uso prolongado de descongestionantes nasales, desde luego requiere cambiar de alternativa para atender la condición.


Cuando se trata de la pérdida del olfato por envejecimiento y otros problemas de salud, no existe ningún tratamiento para ello.


Si pierde el sentido del olfato

Ya sea que este sentido esté afectado de forma temporera o largo plazo, es sumamente importante hacer ajustes de seguridad en el hogar:

  • Instala un sistema de detectores de humo y emanaciones de gases

  • Etiqueta la fecha y hora en que abre un alimento, para evitar consumir comida descompuesta

  • Además, ¡cuidado con tus comidas! Con la pérdida del olfato y el sentido del gusto, puede que le agregues condimentos, sal y azúcar de más a lo que comes.

Quizás pienses que es un problema que no te va a afectar, pero es bueno educarse porque todos corremos riesgo, ya sea por una lesión o por una complicación por medicamentos. Más aún, conocer de esta condición nos ayuda también a ser más conciente de los ancianos que están a nuestro cuidado o con quienes compartimos en nuestra familia.


¡Eduquémonos y cuidemos de nuestra salud!



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